Políticas de Desarrollo Rural

ORIENTE ANTIOQUEÑO

ZONA DE EMBALSES

La zona de Embalses está integrada por los municipios de Concepción, Alejandría, San Rafael, San Carlos, El Peñol, Guatapé y Granada. Para este proyecto se realizaron visitas a funcionarios y a habitantes de dos veredas en San Rafael.
San Rafael
En la vereda La Pradera vive la familia Guarín Londoño, conformada por padre, madre y dos hijos jóvenes. Con respeto al desarrollo rural, el discurso de esta familia hace referencia a las ayudas de vivienda por parte del municipio de San Rafael y distintos programas estatales con abonos y semillas para que cultiven. Ellos afirman que debido a las ayudas y créditos que han recibido han podido capacitarse y generar una pequeña agroindustria alrededor de la tierra, impulsados por proyectos productivos.
Todos los programas giran alrededor de los préstamos y ayudas para la mejora de viviendas, entre los que destacan Familias en su tierra. Comentan también que hace diez años no existían este tipo de ayudas, por lo que conciben que es el cambio más significativo que ha llegado a la vereda.
El conflicto armado juega un papel crucial en el municipio debido a que durante décadas fue territorio de diferentes grupos que se disputaban el control del territorio, obligando a las familias a desplazarse a otras zonas del departamento o del país, como ocurrió con los Guarín Londoño. Actualmente la familia afirma que estos grupos armados ya no tienen presencia en la vereda, gracias a la atención que las instituciones tanto privadas como públicas le han puesto a la zona.
En lo referente a seguridad alimentaria comentan que sólo aprovechan la panela que producen, y que gracias a la comercialización pueden tener ingresos económicos para subsistir. Sin embargo, la soberanía alimentaria no es concebida en su totalidad debido a que están sujetos a las condiciones del mercado para la venta de sus productos.
La agroecología es concebida por algunos miembros de la familia como una manera sana y orgánica de trabajar la tierra, utilizando menos químicos para los abonos.

"Por ejemplo uno comprar un repollo o una lechuga en el pueblo ya sabe que tiene que hacerle su respectiva desinfección, o sea que hay que sumergirla en gotitas de límpido para quitarles todo. En cambio lo que uno coge acá uno lo lava bien con abundante agua y sabe que puede consumirlo porque uno sabe que no tiene nada diferente sino el abono orgánico, porque la huerta que mi esposo hizo fue a base de abono orgánico".
Cielo Londoño, campesina
Vereda La Pradera
"Esas tres familias se quedaron, ellos cuentan que fue bastante duro la situación, muy dura en ese tiempo... aparecían grupos armados, o sea hoy podían aparecer uno, mañana otros y ellos no sabían quiénes eran".
Cielo Londoño, campesina
Vereda La Pradera
Respecto al desarrollo rural en la vereda El Arenal algunos habitantes consideran que no tiene un enfoque que comprenda el desarrollo desde lo cultural ni desde lo regional, por el contrario tiene una mirada más economicista de lo que debería ser el campesino.
Al respecto afirman que en el desarrollo rural no sienten que el concepto de campesino se tenga en cuenta, pues se habla más de “pequeños productores”; productores que tendrán que buscar una inserción en el mercado si no quieren desaparecer.
También agregan que estas políticas de desarrollo rural tienden a ser muy paternalistas, lo que genera una improductividad en el campo si esta mirada economicista al campo no funciona.
Por otro lado, no se puede pensar la vereda El Arenal sin tener en cuenta las implicaciones económicas, sociales y políticas que el conflicto armado generó en la mirada del campesino. En las voces más cercanas a la institucionalidad se tiene una actitud tranquilizadora por los procesos y políticas claras que tienen a los habitantes de San Rafael contextualizados del momento que están viviendo, y no hay ese temor que existía hace unas décadas.
En lo referente a la agroecología la conciben como poder comunicarse con la naturaleza y aprovechar al máximo lo que está en el medio, lo que es natural, lo que es lógico del territorio para que las plantas prosperen y el ciclo de vida funcione.
En este punto es sabido que estas prácticas agroecológicas no terminan aplicándose en lo urbano, porque cultivan con químicos todos los alimentos que producen. Sin embargo, los habitantes de esta vereda consideran que los productos que ellos siembran son un poco más limpios.

"La economía muy difícil porque ya no es lo mismo, entonces los muchachos además tienen otras visiones. Sí, hoy en día a los jóvenes del campo ya les han dado muchas posibilidades de estudiar, de capacitarse, entonces ellos van empezando a estudiar y van viendo con otros ojos ya el futuro de ellos, mirando qué les gusta, ya no se van a quedar..."
Sonia Urrea, campesina
Vereda El Arenal
"Para mí realmente era muy bacano porque la gente trabajaba en comunidad, unida, en familia, y eran familias campesinas (...) que se conseguían la comidita y trabajaban pero eran muchas familias unidas y mucho más educadas en cuanto a las relaciones, los buenos modales... ahora todo eso se ha perdido y es triste"
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Edison Arboleda, campesino
Vereda La Pradera